El 21 de diciembre llegó oficialmente el invierno y con él también los resfriados, gripes o bronquitis. Estas son algunas de las enfermedades invernales más comunes, pero no las únicas:
1. Resfriado
Los resfriados son habituales durante todo el año, pero son más frecuentes cuando bajan las temperaturas. Estornudos, congestión nasal y ojos llorosos son sus síntomas principales. Se recomienda beber mucha agua.
2. Gripe
La gripe es una epidemia estacional que cada año afecta a más de un millón de personas en España y sus síntomas más frecuentes son: fiebre, dolor muscular y dolor de cabeza.
3. Bronquitis
Es la inflamación de los conductos bronquiales, las vías respiratorias que llevan oxígeno a sus pulmones y, entre los síntomas más reconocibles están el dolor de pecho, tos y dificultad para respirar. También puede ocasionar fiebre y cansancio.
4. Faringitis
Tanto la gripe como el resfriado son las causas más frecuentes de la inflamación de la faringe. Se caracteriza por el dolor de garganta y la inflamación de los ganglios linfáticos del cuello.
5. Amigdalitis
En este caso, el dolor de garganta es en la zona de las anginas debido a la inflamación de las amígdalas. Puede ser de origen vírico o bacteriano.
6. Dolores articulares
Con el cambio de temperatura, aumentan los dolores en las articulaciones. El frío y la humedad hacen que los músculos estén más contraídos y entumecidos, lo que provoca más dolencias.
7. Asma
Las personas asmáticas pueden notar una mayor incidencia durante esta época del año. La inhalación de aire frío conduce a la sequedad de las vías respiratorias.
8. Ataques cardíacos
Las estadísticas reflejan que en invierno se produce un mayor número de ataques al corazón. Para que el frío no suba la presión arterial, es importante abrigarse bien.
Consejos para prevenir las enfermedades invernales
Si quieres prevenir estas enfermedades de invierno más comunes, esto te interesa:
- Seguir una alimentación equilibrada.
- Incluir en tu día a día alimentos ricos en vitaminas A y C.
- Dormir entre 7 y 8 horas.
- Practicar ejercicio.
- Intentar reducir el estrés y la ansiedad.
- Hidratarse.
- Ventilar el espacio (un mínimo de 10 minutos).
- Evitar los cambios bruscos de temperatura.
- Evitar los lugares muy concurridos ya que aumenta la posibilidad de contagio.
- Tratar de mantener el espacio templado y con un nivel de humedad adecuado.
Estas son algunas recomendaciones para mejorar tu calidad de vida y tu salud, pero recuerda que tu médico es el encargado de indicarte las pautas que debes seguir si sientes algún síntoma.
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