Los síndromes mielodisplásicos (SMD) son un grupo de patologías de la médula ósea que se caracterizan por producir menos células sanguíneas de las necesarias para el organismo o producir células que no funcionan como deberían.
Como consecuencia, las personas con este tipo de patología presentan una serie de síntomas que condicionan su calidad de vida en mayor o menor medida. Pero, ¿Cuáles son los síntomas más comunes que presentan las personas con SMD?
Síntomas que presentan las personas con SMD
Como hemos comentado, los SMD afectan a los niveles de células sanguíneas (glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas). Dependiendo de la gravedad del síndrome en cada persona y de las células que vean afectadas, los síntomas pueden variar y su manifestación será más pronunciada.
Te contamos cuáles son los síntomas más comunes:
- Debilidad o cansancio crónico por la falta de glóbulos rojos. Puede que te encuentres más cansado de los habitual. También puede aparecer palidez en la piel o dificultad para respirar o dolor en el pecho. Esto se debe, fundamentalmente, a que hay menor recuento de glóbulos rojos en el organismo de lo que debería.
- Aumento de la posibilidad de sufrir infecciones o de que estas sean más graves, debido a los niveles bajos de glóbulos blancos.
- Hematomas o sangrado como consecuencia de la escasez de plaquetas en la sangre.
- En algunas personas también aparece fiebre, pérdida de peso y pérdida de apetito o dolor en los huesos.
Como habrás comprobado, estos síntomas son muy comunes, por lo que ¡no te alarmes, si presentas alguno de ellos! Es necesario que tu médico observe que estos síntomas se presentan de forma continuada y son anormales; y, en caso necesario, hacer las pruebas necesarias para confirmar que se trata de SMD.
En muchas ocasiones, el diagnóstico de los SMD se produce sin que aparezcan previamente los síntomas, ya que es posible detectar la escasez de células sanguíneas en un análisis de sangre. No obstante, para un diagnóstico definitivo, tu médico te derivará al hematólogo para hacer un segundo análisis de comprobación de citopenias (células sanguíneas) y un estudio de tu médula ósea, que pueda confirmar que se trata de SMD.
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Ahora que ya conoces sus síntomas, aprovecha a descubrir las causas de los SMD en este artículo.