El Alzheimer (Enfermedad de Alzheimer, EA) es la forma más común de demencia entre las personas mayores. Afecta en gran medida la capacidad de llevar a cabo actividades cotidianas, ya que es una enfermedad que avanza de forma lenta y afecta en primer lugar a las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje.
Normalmente se presenta a partir de los 60 años y todavía no existe un tratamiento que detenga su avance, aunque sí que existen fármacos que consiguen ralentizar su evolución. En España, entre el 5 y el 8% de las personas mayores de 65 años y entre el 25 y el 50% de las mayores de 85 años tienen esta enfermedad , además es más común en mujeres que en hombres.
El deterioro cognitivo leve (DCL) es la fase previa a desarrollar Alzhéimer, y presenta los síntomas del olvido normal debido al envejecimiento, pero todavía no interfiere en el día a día de la persona. No obstante, no todos los pacientes que presentan este deterioro cognitivo leve acaban teniendo Alzhéimer.
¿Qué síntomas indican que se trata de Alzheimer?
Entre los síntomas tempranos del Alzheimer está el tener dificultades para recordar cosas que han pasado hace poco o los nombres de personas que se conocen. Se experimenta confusión y desorientación en lugares conocidos, se cambian los objetos de lugar o surgen dudas al hablar o escribir. También se pueden apreciar cambios de personalidad, pérdida de las habilidades sociales y pasividad en el estado de ánimo.
En una fase más avanzada, es frecuente despertarse por la noche, tener delirios, presentar dificultades al leer o escribir y olvidar los hechos de la propia vida. En esta fase, las personas con Alzhéimer dejan de hablar, no reconocen a sus allegados y presentan incontinencia urinaria y fecal. Además, pueden aparecer otras complicaciones como ansiedad, angustia, agresividad o depresión. Asimismo, la rigidez muscular va en aumento, de manera que es necesaria la ayuda de familiares y allegados para realizar tareas esenciales y cotidianas.
Debido a que la progresión de la enfermedad es lenta y a que actualmente no tiene cura, es vital que la familia se vaya adaptando poco a poco a la nueva situación, ya que los familiares tienen un papel fundamental en el cuidado de las personas con Alzheimer.
Si convives con alguna persona afectada por Alzheimer, te recomendamos que visites la sección ¿Cómo me puedo cuidar? para conocer algunos consejos que te facilitarán tu tarea diaria de cuidador y te mostrarán algunos cuidados para mejorar la calidad de vida de una persona con Alzhéimer.