Como ya sabes, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una enfermedad que provoca la obstrucción de las vías respiratorias de los fumadores o de aquellas personas que hayan estado expuestas a sustancias dañinas para los pulmones. Normalmente la EPOC se detecta en personas de edad avanzada, por lo que los más pequeños no acaban de entender por qué a sus abuelos les cuesta respirar o tienen tos frecuentemente.
En el artículo anterior te hablamos de los dos síntomas principales de la EPOC, la tos con mucosidad y los problemas de respiración, pero no son los únicos. En esta ocasión repasaremos un síntoma que va aumentando a medida que la tos y la disnea empeoran y que engloba una serie de problemas para el paciente.
Como dijimos en el artículo anterior, la disnea y la tos aparecen tras una actividad física como caminar o subir escaleras. De esta forma, muchos de los afectados acaban por quedarse más tiempo en sus casas y así no hacer ningún esfuerzo físico que les pueda provocar falta de aliento o tos prolongada. Esta falta de actividad física se suele unir a la pérdida de peso por la falta de apetito, provocando debilidad. Además, también sufren problemas para conciliar el sueño.
Los síntomas varían de un paciente a otro. No todas las personas que padecen EPOC tienen los mismos ni los padecen con la misma gravedad por lo que si tú o alguien de tu familia nota estos síntomas, acudid al médico para determinar si tenéis o no EPOC.
Recuerda que puedes conocer todo lo relativo a la EPOC a través del cómic Medikidz, en el que dos niños ahondan en cómo esta enfermedad afecta a su abuela. Con la ayuda de un grupo de superhéroes, los protagonistas Ana y Andrés visitan el cuerpo humano y aprenden cómo funciona el organismo que padece EPOC de una manera dinámica y divertida. Entra en este enlace y descubre la EPOC a través de los MediKidz
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