El crecimiento constante de herramientas de salud digital está redefiniendo el ecosistema sanitario y cada vez vemos más tecnologías centradas en el paciente. Dispositivos wearables, realidad virtual, apps, inteligencia artificial, robotización… puede parecer ciencia ficción, pero ya es una realidad que está creciendo exponencialmente y que se está comenzando a aplicar para mejorar la calidad de vida y la salud de las personas.
La gestión de datos masivos, o Big Data, es otro ejemplo de aplicación tecnológica en beneficio de la salud y el bienestar. Compartir datos clínicos permite acelerar la investigación sobre ciertas enfermedades e innovar en medicina. A lo largo de este último año hemos visto como ya herramientas interactivas utilizan la inteligencia artificial para analizar los síntomas de una persona y mediante algoritmos y análisis de datos clínicos pueden ayudar a ofrecer un diagnóstico y acelerar la investigación médica.
Aun así, el acceso digital a los datos sobre salud de los ciudadanos hace imprescindible una concienciación sobre su valor y su uso. Para mostrar las ventajas y retos que supone el Big Data hemos hablado con especialistas en salud digital y nos han explicado su punto de vista, pros y contras del Big Data aplicado a la salud y qué debemos valorar en el nuevo paradigma de salud digital:
- Andrea Barbiero, consultora de salud digital y cofundadora de Salus.coop, destaca la importancia del empoderamiento digital1 y afirma que “nuestros datos de salud se encuentran alojados en diferentes silos de información y es importante que como ciudadanos sepamos donde están alojados y podamos manejarlos de manera autónoma, ejerciendo nuestro derecho legal sobre su propiedad”.
- Javier de Oca Catalán, director de IOMED Medical Solutions, habla en clave de futuro y nos explica que “el sector sanitario se apoyará en el uso de datos masivos para realmente poner al paciente en el centro, ajustar los tratamientos a sus necesidades reales y, por otro lado, adelantarse a dichas necesidades”. Por eso afirma que “es indispensable que se creen mecanismos estrictos para garantizar que el ciudadano no queda expuesto por usos indebidos de esos datos”.
Aplicar el Big Data en medicina supone tanto ventajas como retos, y según la opinión de los expertos que hemos consultado, el principal está en garantizar el equilibrio entre innovación y tecnología y los derechos a la protección de datos de todos los ciudadanos.
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