Lucía tiene tres problemas: el primero es Marc, y el segundo Javier, un científico que trabaja en el desarrollo del medicamento que podría salvarle la vida a Marc, y ambos están enamorados de ella. Pero estos dos problemas son mucho menos importantes que su principal preocupación ¿Quieres saber cuál es?
Las vidas de Marc, Lucía, Javier y Lola, son historias en las que muchos pacientes y familiares pueden verse reflejados y que dejan huella en la sociedad. Como Marc, hay más de 10 millones de personas en España con enfermedades cardiovasculares. Como Lucía, todos tenemos a nuestro alrededor personas que padecen alguna enfermedad y necesitan el apoyo incondicional de sus familiares y amigos. Y como Javier, miles de científicos, médicos y profesionales investigan sin cesar para mejorar y prolongar la vida de las personas.
Este cortometraje nos invita a reflexionar acerca de la importancia de la ciencia y el valor del conocimiento científico, así como sobre el poder que ejerce sobre las personas el amor, un sentimiento que nos empuja a sacar lo mejor de nosotros y nos impulsa a seguir adelante en busca de soluciones para un mañana mejor. En palabras del director del cortometraje, David Pujol, “el amor llega donde no llega el medicamento y viceversa”.
Esta lucha y compromiso se han traducido en cifras reales a través del estudio FES, dónde mediante el análisis de 77 medicamentos del portfolio del Grupo Novartis en España se ha reflejado un beneficio directo en aproximadamente 6 millones de pacientes que han ganado un impacto positivo en su salud de 101.887 años de calidad de vida.
En total, el impacto social medible que Novartis tiene en los pacientes y las personas es de 4.770 millones de euros, una cifra 4,3 veces mayor que el impacto que la compañía tiene en la economía a través de su contribución al PIB.
En palabras de Gregorio Oliveira, director financiero de Novartis España, “todos fuimos, somos y seremos pacientes algún día”. Por eso, es fundamental beneficiar a los pacientes, ya sea en forma de reducción de ingresos hospitalarios, mejora de calidad de vida o extensión de sus años de vida.
El impacto de estos años sobre las familias, la economía y la sociedad es incalculable. Si lo traducimos en algo tan intangible como medir un abrazo, la suma de los años de calidad de vida permite a los pacientes disfrutar de casi 150 millones de abrazos más al año. Y es que, según los expertos, necesitamos 4 abrazos al día para sobrevivir.