La policitemia vera se caracteriza por un aumento descontrolado de glóbulos rojos en sangre. Esta alteración de la sangre originada en la médula ósea conlleva determinados síntomas que hay que controlar para evitar que empeore la calidad de vida de quienes viven con policitemia vera. Es, asimismo, importante evitar posibles complicaciones futuras, donde el control del hematocrito juega un papel fundamental.
El seguimiento lo hace normalmente el hematólogo y entre las medidas para controlar la policitemia vera se encuentran los análisis de sangre habituales para detectar los niveles de hematocrito.
¿Por qué es tan importante un seguimiento del hematocrito en personas con policitemia vera?
Este valor define la concentración de estas células en la sangre de una persona.
Por ejemplo, si una persona tiene un hematocrito de 40, significa que el 40% de toda su sangre son glóbulos rojos. Teniendo en cuenta esto, los valores normales para hombres son de entre 40,7% y 50,3%, mientras que en mujeres son entre 36,1% y 44,3%.1
En el caso de la policitemia vera, en el momento del diagnóstico, el hematocrito suele estar por encima del 52% en hombres y 48% en mujeres. En los pacientes de policitemia vera, se considera que el hematocrito debe mantenerse por debajo del 45%.
El nivel de hematocrito se puede ver en los resultados de tus análisis de sangre y es fundamental para que tu hematólogo detecte cómo está evolucionando la enfermedad o si existe un riesgo de empeoramiento para recomendarte cambios en el tratamiento o en el estilo de vida. Por eso, si vives con esta enfermedad hematológica es esencial mantener el hematocrito controlado por debajo de 45%. Este control del hematocrito puede prevenir posibles complicaciones.
En este artículo te contamos algunos hábitos que te ayudarán a manejar la policitemia vera de la mejor forma posible. Ahora que conoces la importancia de mantener el hematocrito bajo control ¡Es momento de adoptarlos!