La trombocitopenia inmune primaria (PTI) es una patología hematológica que afecta a la producción de plaquetas. En concreto produce una disminución del número de plaquetas en sangre, células sanguíneas que se encargan de ayudar a detener las hemorragias formando coágulos.
Los signos más comunes de la PTI están relacionados con el riesgo de sangrado y posibles hemorragias, así como la aparición de cansancio debido al bajo recuento de plaquetas en sangre.
En muchos casos, la PTI remite o desaparece pasado un tiempo; en algunas personas, incluso, sin tratamiento. En otros casos, la enfermedad se vuelve crónica por lo que es necesario un control adecuado por parte de tu médico para que los síntomas no te afecten en tu día a día. También, será necesaria una adaptación por tu parte, para aprender a vivir con la patología y mantenerla bajo control.
¿Existe tratamiento para la PTI?
El tratamiento de la PTI es individualizado en función de las características de la patología en cada persona, por lo que es necesario que tu médico tome esta decisión con todos los datos acerca de tu diagnóstico.
En primer lugar, para tratar la PTI, tu médico hará un seguimiento continuo del recuento de plaquetas en tu organismo. Esto le permitirá hacer un control adecuado de tu estado y le ayudará a valorar las opciones de tratamiento más apropiadas.
Los tratamientos dirigidos a controlar la PTI pueden tener varios objetivos:
- Terapias que evitan que el propio sistema inmune destruya las plaquetas
- Tratamientos que promueven el desarrollo de plaquetas en sangre
- Tratamientos dirigidos a reducir o evitar las hemorragias
En caso de que se produzcan hemorragias, tu médico te puede recomendar, además, otros tratamientos para lograr aumentar el número de plaquetas en sangre y detener el sangrado cuando antes.
Asimismo, el profesional médico puede considerar otras terapias que te ayuden a sobrellevar los síntomas de la patología en el día a día, como, por ejemplo, a reducir el cansancio.
Por otro lado, has de tener en cuenta que la implicación de la persona afectada en el tratamiento de la PTI también es una parte del proceso para tratar la enfermedad, ya que puede ayudarte a mejorar tu calidad de vida y paliar el impacto de sus síntomas.
Conocer bien la patología y cómo te afecta, así como, compartirlo con tu médico, te puede ayudar a tomar decisiones que mejoren en gran medida la forma en la que te afecta la PTI.
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