La insuficiencia cardíaca consiste en una disfunción, que provoca que nuestro corazón no sea capaz de bombear suficiente sangre rica en oxígeno por el cuerpo, y por tanto, que el organismo no reciba la cantidad de oxígeno suficiente para funcionar de forma normal. Las causas de esta enfermedad cardiovascular pueden ser dos:
- Cuando el miocardio o tejido muscular del corazón no bombea la sangre correctamente. En este caso se da lo que se conoce como una insuficiencia cardíaca sistólica, es decir, derivada de la incapacidad del corazón de cumplir con la función sistólica o de contracción del ciclo cardíaco.
- Cuando los músculos del corazón están rígidos y, por tanto, se trataría de una insuficiencia cardíaca diastólica. En este caso, el corazón no es capaz de producir el movimiento de diástole o relajación del ciclo cardíaco.
Existen varias enfermedades y afectaciones que se consideran factores de riesgo ya que pueden contribuir a la aparición de la insuficiencia cardíaca. Así pues, se consideran factores de riesgo, los siguientes:
- Arteriopatía coronaria: consiste en el estrechamiento de los vasos sanguíneos, que dificulta la circulación sanguínea y, por tanto, afecta a la aparición de la enfermedad.
- Hipertensión, ya que contribuye a la rigidez del corazón.
- Cardiopatía congénita. Se trata de una disfunción de nacimiento que afecta al corazón.
- Válvulas del corazón permeables o estrechas.
- Arritmias o ritmos cardíacos anormales.
- Enfermedades respiratorias. Algunas patologías de este tipo provocan un sobreesfuerzo para tu corazón, ya que demandan constantemente más oxígeno al organismo.
- Otras enfermedades: como anemia grave, hipertiroidismo o exceso de hierro.
- Efecto tóxico del alcohol y/o drogas, que dan a lugar que el corazón no pueda ejercer su función correctamente.
Aunque esto te puede dar una idea de por qué sufres insuficiencia cardíaca, no olvides que debes aclarar con tu médico tus dudas sobre tu enfermedad para concretar al máximo el diagnóstico y decidir sobre tu tratamiento.