Dejar de fumar no es fácil pero sí posible; de hecho, cada vez hay más personas que lo consiguen. Si ya te has planteado abandonar el tabaco o si todavía lo estás pensando, e incluso si no eres fumador pero quieres ayudar a alguien, estos diez consejos pueden servirte para dar los primeros pasos.
- Dejar de fumar supone una gran inversión en salud. Aunque sepas que el tabaco es perjudicial para tu salud, nunca está de más conocer los múltiples perjuicios y enfermedades graves que puede provocar. Como recalca el Dr. Josep Morera, jefe de Neumología del Hospital Teknon de Barcelona, «síntomas como la tos, la expectoración o la disminución del rendimiento deportivo son advertencias que deberían encender todas las alarmas».
- Busca tus propios motivos para dejar de fumar. No existe una fórmula mágica, cada uno debe encontrar la razón que lo lleve a abandonar el tabaco. Para los futuros padres los hijos pueden ser el motivo decisivo, algunos fumadores pueden rebelarse contra el hecho de ser esclavos de su adicción, a otros les puede influir la televisión, el cine o la prensa, la enfermedad de algún familiar, las prohibiciones empresariales, las campañas de salud, o también el rechazo social hacia el hábito de fumar o la evidencia sobre el envejecimiento precoz del cutis, según explica el Dr. Morera. Todos son argumentos válidos para concienciarse.
- Convicción y mentalización. Hay que asumir que tomar la decisión de dejar de fumar es una tarea difícil y que será necesario tener fuerza de voluntad para alcanzar la meta. Según el Dr. Morera, puede afirmarse que una persona está preparada para dejar de fumar cuando «es capaz de analizar objetivamente los pros y los contras de su adicción, la conclusión a la que llega es demoledora y, además, presenta síntomas de fumador».
- Consulta con el médico. El especialista puede determinar el daño ocasionado por el tabaco, valorar la situación en cada caso y ayudarte a elegir la mejor forma de abandonar este hábito.
- Considéralo una forma de ahorrar. Dado el precio del tabaco, también hay que sopesar la reducción del gasto que logramos al dejarlo. Aquí puedes calcular cuánto podrías ahorrar a la semana, al mes y al año.
- Apóyate en la familia y los amigos. Durante el proceso de deshabituación del tabaco se producirán momentos difíciles, en los que el entorno familiar y social, señala el Dr. Morera, «tendrá un papel positivo, ayudando, colaborando y animando a superarlos».
- Protege a los tuyos. Más de 890.000 personas no fumadoras mueren anualmente en el mundo por la exposición al humo del tabaco. El Dr. Morera es rotundo: «la libertad individual de fumar nunca puede atentar contra el derecho a la salud que tienen todos los ciudadanos».
- Sigue un estilo de vida saludable. Para estar motivado, mitigar los síntomas de la abstinencia y reducir la posibilidad de recaídas, es recomendable realizar actividad física, mantener una dieta adecuada, hacer ejercicios de relajación y dormir adecuadamente.
- Felicítate por tus progresos. Cada día sin fumar es motivo de celebración. Los primeros beneficios de dejar el tabaco se notan a los 20 minutos. A las 8 horas disminuye el monóxido de carbono y aumenta el oxígeno en sangre y a las 24 horas se reduce el riesgo de sufrir un infarto. Y esto es sólo el principio...
- Por último, no te desanimes, sigue adelante. Como indica el Dr. Morera, «si a pesar de todos los esfuerzos se produce una recaída, no hay que considerarla una derrota definitiva, ni mucho menos. Está estadísticamente demostrado que las personas que han hecho intentos previos de dejar de fumar tienen una clara ventaja al volver a intentarlo».