Para diagnosticar la espondilitis anquilosante (EA) tu médico te someterá a una serie de pruebas sencillas, que le proporcionarán la información necesaria para concluir si se trata de EA o de otra dolencia. Es posible que no te realice todas si los síntomas y los datos que obtiene son concluyentes para descartar o no la enfermedad.
En cualquier caso, estas son algunos de los exámenes o datos que te puede solicitar tu médico para confirmar si tienes EA:
- Antecedentes médicos: tu historial médico siempre proporciona información adicional a tu médico que puede darle los primeros indicios de si eres candidato a tener la enfermedad. Además, en la aparición de la EA se cree que la genética juega un papel importante por lo que conocer tus antecedentes familiares también puede ser importante.
- Radiografía de la pelvis y de la parte baja de la espalda. Para ver si se ha producido algún efecto en tus vértebras a consecuencia de la inflamación.
- Si la radiografía no es suficiente, también puede solicitarte una resonancia magnética de esa misma zona.
- Análisis de sangre para ver si hay presencia del gen HLA-B27, que se considera que puede estar relacionado con la aparición de esta enfermedad. Sin embargo, que portes este gen no quiere decir que necesariamente tengas o vayas a tener EA. Puedes encontrar más información sobre este tema en el artículo “Causas de la espondilitis anquilosante (EA)”.
Si necesitas más información sobre la espondilitis anquilosante no dudes en contactar con tu médico, así como a la asociación de pacientes CEADE.