A día de hoy no es posible concluir cuáles son las causas exactas que propician la aparicion de la espondilitis anquilosante (EA). De hecho, en la actualidad aún se están estudiando los mecanismos que intervienen en la enfermedad y su evolución, que ayuden a determinar cómo se origina.
Entre los factores que se cree que intervienen en su aparición se considera que existe una combinación de predisposición genética e influencia ambiental. Así pues, es posible que las personas que poseen determinada señal en su código genético son proclives a desarrollar una respuesta diferente ante determinados gérmenes y que esta circunstancia puede estar relacionada con la aparición de la enfermedad.
Esta señal en el código genético es el “antígeno HLA B27”. Seguramente, que si ya has leído algo sobre espondilitis anquilosante, habrás oído hablar de él. Sin embargo, que seas portador de este antígeno, no significa que necesariamente vayas a tener EA. De hecho aproximadamente el 7 % de la población española posee este “antígeno HLA-B27” y, de ellos, sólo el 5% se considera que puede tener riesgo de desarrollar EA. El riesgo aumenta hasta un 20% si algún familiar (padre o hermano) también tiene EA1.
En cuanto a los factores ambientales, aún se desconocen cuáles son y cómo actúan para que la EA se desarrolle, pero se considera que también son necesarios para su aparición.