Pensamiento alternativo para tu bienestar emocional con espondilitis anquilosante

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Cuando vives con una enfermedad crónica como es la espondilitis anquilosante, es normal que la incertidumbre y los pensamientos negativos ocupen tu mente. Pero, según te vas informando sobre la patología, te das cuenta de que son muchas las alternativas y las opciones que hay para mejorar tu calidad de vida.

Hay muchos factores que pueden ayudarte en tu día a día, y hoy nos vamos a centrar en el manejo de pensamientos y emociones, también conocido como pensamiento alternativo.

¿Qué es el pensamiento alternativo?

Simplemente es el aprendizaje para gestionar sentimientos y emociones desde una perspectiva menos negativa. Y para ello existen técnicas específicas que, aplicándolas en tu rutina, te pueden ser de gran ayuda.

Detrás de estos pensamientos están las distorsiones cognitivas. Estas distorsiones hacen que interpretes la realidad de una forma distinta, y normalmente esa interpretación siempre es más negativa de lo que realmente es.

Pues bien, para evitar estas distorsiones existen algunos métodos muy útiles que te ayudarán a cambiar esa visión en algunas situaciones.

Primero, deberás identificar esas situaciones que te generan pensamientos negativos, y una vez reconocidas, podrás ponerles solución. 

El proceso a seguir es coger esa distorsión o pensamiento negativo y convertirlo en positivo, porque, aunque sea complicado a veces, seguro que podrás encontrar aspectos positivos en estas situaciones. Vamos a ver algunos ejemplos para que quede mucho más claro:

Filtraje: Este tipo de distorsión provoca que tu mente se quede únicamente con los aspectos malos de una situación.

Ejemplo: No he podido llevar a mi hija a natación por el dolor

Consejo: No te quedes solo con el aspecto negativo de no haber llevado a tu hija a natación, piensa en que ha sido un buen día de trabajo y que, aunque sales cansado, has salido con buenas sensaciones.

Sobregeneralización: Esta distorsión genera que de un caso aislado se tomen unas conclusiones para el resto de las situaciones similares.

Ejemplo: He tenido que dejar el trabajo, jamás volveré a trabajar

Consejo: Evitar palabras como “nunca”, “siempre”, “jamás”. En cambio, párate a valorar si ese “jamás” es realista, o lo único que necesitas es buscar un trabajo que se adapte más a tus necesidades.

Interpretación del pensamiento: Presuponer los pensamientos de alguien sin saber a ciencia cierta si es así.

Ejemplo: Me pregunta si necesito ayuda porque sabe que tengo EA

Consejo: Pregúntate si realmente sabes que te está ofreciendo ayuda por esa razón. Ese pensamiento que tienes en la cabeza es solo una hipótesis, así que no deberías de interpretar esa ayuda como un ataque.

Estos son sólo algunos ejemplos de cómo darle “la vuelta a la tortilla” y controlar los pensamientos para quedarnos con los elementos positivos. Plantear pensamientos alternativos más realistas te ayudarán a tener una mente mucho más positiva para afrontar la EA.

Tienes más retos como este en Espondilitisconfuturo.org.

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