El asma bronquial es una enfermedad respiratoria que afecta a los bronquios, los cuales se inflaman y obstruyen las vías respiratorias, causando dificultades para respirar correctamente. Generalmente, es habitual referirse a ella como asma, a secas.
Según datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), en España en 2017 había alrededor de 2.500.000 personas que convivían con esta enfermedad, de las cuales el 5% son adultos, y el 12% niños. Otro dato a destacar es que de cada tres afectados, dos son mujeres.
¿Cuáles son las causas de esta patología?
Existen factores ambientales que favorecen su aparición, como los alérgenos, el tabaco o la exposición al humo de los cigarrillos, la contaminación atmosférica, y el ejercicio, entre otros. Pero también existe la posibilidad de que esta patología se dé debido a factores genéticos, al tener algún pariente consanguíneo que haya tenido la enfermedad.
El asma es una enfermedad crónica, y, por lo tanto, no tiene cura, pero con el seguimiento médico adecuado y las recomendaciones que te contaremos al final del artículo podrás tener una vida normal.
¿Cómo sé si tengo asma?
Aunque los síntomas pueden variar dependiendo de la persona, los tres más comunes, según la CUN (Clínica Universidad de Navarra) son las sibilancias (pitos en el pecho con la respiración), tos y sensación de ahogamiento, también conocida como disnea.
Otros síntomas son la opresión del pecho, la incapacidad para dormir (normalmente producida por la tos), y sensación de cansancio.
Existen algunas señales que pueden ayudarte a detectar si tu asma está o no controlada. Si estos síntomas que acabamos de mencionar son constantes, si no puedes realizar con normalidad tus rutinas diarias, las pruebas de función pulmonar muestran alteraciones o si necesitas el inhalador con demasiada frecuencia, acude a tu médico para que considere tu situación y confirme si se trata de asma.
Pero si quieres asegurarte de que tu asma esté controlada, la Fundación Lovexair pone a tu disposición un test para que puedas medir el nivel de control del asma.
¿Cómo puedo cuidar mi asma?
Aparte de seguir las pautas y el tratamiento que tu médico te ha indicado, existen algunas recomendaciones que te ayudarán a mejorar tu calidad de vida:
- Psicoterapia: muchas veces el asma se ve agravado en situación de estrés, causando fatiga. La psicoterapia puede ser muy útil para disminuir esta fatiga y tener un mayor control sobre estas situaciones.
- La fisioterapia puede enseñarte a respirar, sobre todo cuando aparecen las crisis respiratorias. Saber qué posturas adoptar y qué ejercicios de respiración te benefician más para facilitar la entrada de aire y mejorar tu bienestar. De la misma manera, existen técnicas a modo de prevención para controlar estas crisis e intentar que sean más suaves.
- Realizar limpiezas nasales con agua y sal.
- Practicar ejercicios respiratorios para incluirlos en tu día a día.
- Mantenerse activo y realizar ejercicio te ayudará a controlar la enfermedad, siendo consciente siempre de las limitaciones que la patología puede suponer.
- Normalmente los síntomas empeoran por la noche, por eso es recomendable que cuides y adaptes al máximo tu espacio y tus elementos de descanso.
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