¡Sí existen! Al igual que ocurre con otras enfermedades, no hay un solo tipo de asma. Dependiendo del desencadenante, el cómo y cuándo ocurre el ataque de asma, el tratamiento del mismo puede variar.
Los tipos de asma más comunes son:
Asma alérgica
Tu respiración puede empeorar cuando te expones a alérgenos como el polen de las plantas, ácaros del polvo, o pelo de animales como perros y gatos.
Asma estacional
Su aparición está relacionada con el polen de las plantas; empeora en primavera o a finales de verano.
Asma no alérgica
Puede ser desencadenada por sustancias irritantes, infecciones respiratorias, aire frío, los cambios repentinos de temperatura, entre otros.
Asma ocupacional
Este tipo de asma tiene la particularidad de que ocurre en el trabajo, ¡esto no quiere decir que seas alérgico al trabajo!, pero seguramente el ataque de asma es desencadenado porque estás expuesto a sustancias químicas en el lugar de trabajo como polvo de madera, metales, compuestos orgánicos, resinas plásticas, etc.
Asma inducida por el ejercicio
Esto quiere decir que cuando haces ejercicio o incrementas la actividad física tu respiración puede ser dificultosa, es posible que tosas más de lo habitual (la tos debería desaparecer después de 30 o 40 minutos). Los síntomas se presentan mientras haces ejercicio, o poco tiempo después de terminar.
Además, también existen niveles de severidad: leve, moderado y severo. Si tus síntomas empeoran con el tiempo y aparecen regularmente, acude a tu médico de confianza.