La espondilitis anquilosante (EA), al igual que ocurre con otras patologías relacionadas con las articulaciones, puede tener efectos sobre la calidad de vida de las personas que conviven con ella, ya que los brotes o agudizaciones de sus síntomas, a veces impiden algunas tareas cotidianas y dificultan el día a día. Seguro que, si te ha tocado vivir de cerca con esta patología, ya has pasado por la situación de tener que cancelar una cita o un evento a causa de algún brote. Cuando esta situación se repite a menudo, puede llegar a causar aislamiento social, ansiedad e incluso depresión. Estos son algunos de los ejemplos de efectos en la calidad de vida que las personas con espondilitis anquilosante pueden haber experimentado alguna vez. ¿Es tu caso?
Según “El Atlas de Espondiloartritis Axial en España 2017”, un 21,1%1 de las personas que conviven con esta patología recurren a ayuda psicológica o psiquiátrica para mejorar su día a día, un porcentaje mayor que la población general en España (4,6%2).
Conscientes de esta situación, en Tú cuentas mucho queremos ayudarte, porque sabemos que tu bienestar es muy importante y hay que encontrar la manera de mejorar tu día a día y conseguir sobrellevar los efectos de la patología de una forma más fácil. Atento a estos consejos:
- Únete a alguna asociación de pacientes con espondilitis anquilosante: el estudio “El Atlas de Espondiloartrtis Axial en España 2017” asegura que los miembros de asociaciones de pacientes de esta patología presentan menos problemas de salud mental que el resto de pacientes3. Compartir experiencias con personas que afrontan las mismas dificultades que tú puede ayudarte a sentirte mejor contigo mismo y a afrontar los síntomas de una forma más positiva.
- Comunícate con tus seres queridos. Es normal que la espondilitis anquilosante pueda afectar a muchos entornos de tu vida: social, familiar o laboral, entre otros. Por eso, es importante contarle a tus amigos y familiares cómo te sientes para que puedan proporcionarte apoyo emocional. ¡Habla con ellos!
- Sé positivo. Aunque siempre habrá altibajos, mantener una actitud positiva hacia la patología siempre es una buena opción de mejora. Se ven las cosas de otro modo, ¡pruébalo!
- Habla con tu médico. Tu médico es tu mejor aliado. Una relación estable entre tu médico y tú facilitará la confianza para poder expresar dudas o miedos en relación con la espondilitis anquilosante.
Si tienes espondilitis anquilosante (EA), estos consejos prácticos te ayudarán a tomar el control de tu día a día. No esperes más y pon en marcha estos consejos, verás como mejora tu estado de ánimo y tu calidad de vida.