¿Te han diagnosticado artritis psoriásica? Como ya te habrán contado, es muy importante que te comuniques con tu médico y sigas las pautas de los profesionales sanitarios.
Pero además, también debes centrarte en ti y en tu nueva vida con artritis psoriásica. ¿Te preguntas cómo vivir con esta patología? ¡Aquí te damos algunos consejos sobre estilo de vida para que la mantengas a raya!
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Una buena actitud te ayudará más de lo que imaginas. Aunque no sea fácil, deja a un lado la tristeza y la autocompasión. ¡Una actitud proactiva y alegre será de gran ayuda para ti y para tu entorno! Infórmate sobre tu patología y descubre cómo controlarla. Si lo necesitas, habla con tus familiares y amigos sobre cómo te sientes, compartiendo tu nueva vida y explicando cómo te vas adaptando a ella. ¡Su soporte te dará la energía positiva que necesitas!
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Cuida tu alimentación. Cuidarnos siempre es importante, pero si te han detectado una patología crónica, ¡todavía más! Por esto, sigue una dieta saludable y evita malos hábitos como el tabaco o el alcohol. ¿No sabes qué cocinar? Apuesta por los platos ricos en vegetales y en vitamina A, ya que ayudan al mantenimiento de las células de la piel. No debes olvidar tampoco incluir en tu dieta los antioxidantes (como las frutas o frutos secos) y el omega 3 (lo encontrarás en el pescado azul), que controla la inflamación.
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No olvides la rehabilitación y el ejercicio. Practicar deporte, siempre bajo las indicaciones de tu médico, ayudará a una mejora de la movilidad de tus articulaciones, reduciendo la inflamación y el dolor. Si tienes tu artritis psoriásica controlada, puedes caminar, correr, hacer bicicleta, yoga o natación. Si por el contrario tu artritis está activa, te recomendamos no hacer movimientos que impliquen saltar o correr, para evitar perjudicar a tus articulaciones inflamadas.
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¿Problemas para dormir? Sigue una rutina. Si el dolor te impide dormir, intenta establecer una rutina y crear un ambiente agradable antes de ir a dormir. Evita las siestas largas, las comidas copiosas y las bebidas excitantes. Usa ropa cómoda, vete a la cama siempre a la misma hora y busca un ambiente relajado en el dormitorio, con poca luz y sin distracciones.
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Prepara la visita con tu reumatólogo. Dedica unos minutos a la semana a anotar las cuestiones que te preocupan, a registrar tus síntomas y a reflexionar sobre cómo te encuentras para compartirlo con tu reumatólogo en la consulta. Así no olvidarás nada importante y podréis centrar la consulta en las cosas que son importantes para ti.
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Adapta tu casa y tu vida a tus nuevas necesidades. ¿Por qué hacer esfuerzos si puedes simplificar tu día a día? Infórmate sobre los productos de apoyo para realizar las tareas diarias o consulta en tu centro médico con un terapeuta ocupacional que te oriente sobre cómo hacer más fácil tu día a día. Lo más importante es modificar nuestros gestos, evitar los objetos pesados, buscar siempre la posición correcta y descansar cuando el cuerpo te lo pida.
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Comparte tu situación en el trabajo. Es una decisión personal, pero, a veces, compaginar la artritis psoriásica y el trabajo no es fácil. Por esto, es aconsejable que hables con tus superiores y les expongas la situación para que puedan apoyarte y flexibilizar tu trabajo. Además, recuerda adaptar tu lugar de trabajo para estar lo más cómodo posible, organizarte correctamente las visitas médicas y adoptar una actitud positiva. ¡Todo te irá mejor!
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Participa en grupos de apoyo o asociaciones de personas que están en tu misma situación. Explicar tu día a día con la patología, así como escuchar el relato y las experiencias de otras personas en tu misma situación, os servirá de apoyo mutuo e inspiración para aprender a convivir con la artritis psoriásica.
Recuerda seguir los consejos de tu médico, cuidarte y mantener una actitud positiva. ¡Si quieres más información sobre artritis psoriásica, la encontrarás en esta página de la asociación Acción Psoriasis!