El primer paso para saber si tienes asma es visitar a tu médico para que evalúe tu estado general. Es posible que durante la consulta te pregunte sobre los síntomas que has experimentado, así como desde hace cuánto tiempo y con qué frecuencia aparecen. Es muy importante que tengas en cuenta que el diagnóstico del asma o de cualquier otra enfermedad debe realizarlo tu médico antes de empezar cualquier tratamiento.
El diagnóstico del asma se lleva a cabo a través de la revisión de tu historial médico, incluyendo tus antecedentes familiares relacionados con condiciones respiratorias; un examen físico que puede incluir una revisión de tus oídos, ojos, nariz, garganta, pecho y vías respiratorias superiores; y, además, la realización de diversas pruebas para determinar tu función pulmonar.
Entre las pruebas de función pulmonar, la más común y fiable para el diagnóstico del asma es la espirometría, que consiste en medir la cantidad de aire que puedes inhalar y exhalar, así como el flujo de aire máximo, es decir, la velocidad con la que expulsas el aire de los pulmones. Si tu médico lo considera necesario, puede realizar pruebas adicionales como la prueba de IgE, sensibilidad de las vías respiratorias o radiografía del tórax.
Para determinar si el asma es desencadenada por alguna alergia, tu médico puede realizar además pruebas de sensibilización alérgica.