El momento en el que una persona recibe la confirmación del diagnóstico de psoriasis, puede verse envuelta en muchas preguntas: ¿Qué pensarán los demás de mi piel? ¿Cómo afectará esta patología en mi día a día?
Además de las molestias provocadas por esta patología como el picor o la irritación, la psoriasis puede impactar negativamente en las emociones de la persona. Al tratarse de una enfermedad de la piel, su visibilidad suele repercutir en la autoconfianza y la autoestima de aquellos que viven con ella, haciendo que se sientan inseguros.
La psoriasis es una enfermedad crónica, por lo que es muy importante aceptarla cuánto antes y adoptar una actitud proactiva para no desgastarte y mejorar tu calidad de vida, aprendiendo a vivir con ella y tomando el control de tu psoriasis.
Hay que tener en cuenta que tu dermatólogo te podrá dar consejos para controlar los síntomas de la psoriasis, así como recomensaciones que te ayudarán a vivir mejor con esta patología.
Además, aquí te dejamos algunos trucos para gestionar las emociones de rabia, impotencia o desconcierto comunes tras el diagnóstico:
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Comparte tus inquietudes y sentimientos con familiares y amigos para sentirte acompañado y ver la situación desde otras perspectivas más optimistas.
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Mantén tus rutinas dentro de lo posible para evadirte y no dejar que el malestar te invada.
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Practica ejercicio físico para descargar tensión y mejorar tu estado de ánimo ¡El estado mental y la condición física están estrechamente relacionados!
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Acude a tu especialista para que te de las herramientas necesarias que te ayudarán a superar los momentos bajos.
¡Y recuerda la importancia de estar bien informado! Sé un paciente activo informándote sobre la psoriasis, gracias a campañas como #AclaraLaPsoriasis, de Acción Psoriasis en colaboración con Novartis. Encontrarás toda la información que necesitas sobre cómo gestionar tu día a día con psoriasis aquí.