La urticaria es una afección de la piel que se manifiesta mediante la aparición repentina de roncha rojizas, habones o eritemas de tamaño variable en cualquier parte del cuerpo. Esta erupción cutánea está provocada por la liberación de una sustancia química presente en algunas células y que se conoce como histamina. Esta erupción además va acompañada de prurito, es decir, de hormigueo e irritación de la piel. Es por ello por lo que en muchas ocasiones supone un inconveniente en el desarrollo de la vida cotidiana.
Los síntomas de la urticaria tienen una duración superior a las 6 semanas, aunque las ronchas o habones acostumbran a desaparecer en un plazo máximo de un día. Aún así, en los casos más graves, pueden llegar a durar varias semanas. Además, cerca del 40% de los afectados de urticaria crónica también presentan angioedema.
En cuanto a sus causas, se calcula que aproximadamente el 50% de los casos diagnosticados son de origen autoinmune. Sin embargo, no se conoce con exactitud las causas de esta enfermedad.
Por otra parte, sí existen determinados factores que desencadenan o agravan la enfermedad. Entre los más destacados se encuentran los siguientes:
- Medicamentos: antibióticos, antiinflamatorios no esteroideos (AINES), opioides, ácido acetilsalicílico, psicotrópicos u hormonas.
- Ciertos alimentos ricos en histamina (conservas de pescado, huevos, embutidos, frutos secos, etc.) y aditivos alimentarios (edulcorantes, conservantes, antioxidantes, etc.).
- Estímulos físicos producidos por el contacto con algunos materiales, como por ejemplo el látex.
- Exposición a temperaturas extremas, ya sea por frío o calor.
- El sol
- Estrés
- Predisposición genética
- Enfermedades asociadas
En el apartado ¿Conoces los distintos tipos de Urticaria? podrás conocer las distintas tipologías que existen de esta enfermedad y los factores desencadenantes de cada una de ellas.