La psoriasis es una enfermedad autoinmune, lo que significa que el sistema inmunitario de nuestro cuerpo, el principal encargado de combatir infecciones, se activa en momentos inadecuados y comienza a causar problemas.
En el caso de las personas que viven con esta patología, este fenómeno sucede cuando se activan un tipo de glóbulos blancos llamados células T. La función principal de estas células es defender el organismo de cuerpos extraños, pero en su lugar empiezan a atacar las células sanas de la piel por error e incluso a estimular su producción de manera excesiva, propiciando la aparición de las famosas “placas”.
No se conoce exactamente qué ocasiona la activación de las células T en las personas que tienen psoriasis, aunque se han detectado factores externos y genéticos que podrían desencadenar un brote.
A continuación, te exponemos algunos desencadenantes que podrías aprender a identificar y a evitar tú mismo:
- Traumatismos en la piel: rascadas, heridas, golpes…
- Infecciones bacterianas o virales
- Condiciones ambientales: la calefacción, el aire acondicionado o la llegada del frío pueden empeorar los síntomas.
- Estrés y ansiedad: tu estado de ánimo puede influir enormemente en la aparición de brotes. ¡Pero puedes aprender a controlar tus emociones!
- Medicamentos: los compuestos de algunos medicamentos pueden desencadenar brotes de psoriasis, así que es muy importante que tu médico sepa que vives con psoriasis para prescribirte tratamientos compatibles.
- Exceso de peso: el sobrepeso puede empeorar la psoriasis y agravar los síntomas. En este artículo, te ayudamos a controlar tu peso si tienes psoriasis.
Como has podido ver, la mayoría de estos desencadenantes se pueden prevenir o controlar con la información y el conocimiento adecuados, y así conseguir una mejor calidad de vida.
Ese es el objetivo del proyecto educativo #AclaraLaPsoriasis, así que no te pierdas los consejos de la página de Acción Psoriasis para aprender a cuidar tu psoriasis.