Razones para la esperanza: testimonios de cómo la investigación puede mejorar nuestras vidas

Existen historias en las que la innovación hace frente a la patología, y a medida que la investigación avanza cada vez son más las esperanzas recuperadas de pacientes y profesionales.

Razones para la Esperanza es un proyecto que tiene como objetivo poner en valor la importancia de la investigación, la innovación y los avances tecnológicos en medicina para la mejora de las personas que viven con alguna patología. En esta serie de reportajes, que se han realizado en colaboración con el diario ABC y los diarios regionales del grupo Vocento, se cuentan historias reales de testimonios en los que la investigación ha mejorado y hasta salvado vidas.

Lo es en el caso de la Artritis Reumatoide, una patología que afecta en España a más de 300.000 personas y contabiliza cada año unos 20.000 nuevos casos. Antes, la artritis era una enfermedad devastadora que disminuía de forma importante la movilidad de los pacientes, su calidad de vida e incluso también sus años de vida.

Ahora, la clave en el avance de la artritis está en haber sido capaces de conocer realmente cómo funciona esta enfermad reumática y gracias a ello se ha logrado llegar a los fármacos biológicos que consiguen frenar el avance de la artritis. Pero, no solo el tratamiento ha sido crucial en estas enfermedades, sino también la capacidad de diagnosticar antes. 

Otro gran ejemplo es el de la Urticaria Crónica: una enfermedad que no mata, pero no deja vivir.

Esta patología afecta a más de 1% de la población y en España a unas 400.000 personas e impide tener una vida y una rutina normal.

Hoy en día, la urticaria crónica no tiene cura, pero gracias a la investigación y el desarrollo sí que existen tratamientos que ayudan a controlar los síntomas. El tratamiento consiste en un medicamento de administración mensual que se aplica durante un determinado periodo de tiempo y ayuda a controlar la enfermedad.

También existen historias donde la tecnología es la protagonista, como es el caso de iCerca, la aplicación que ayuda a mejorar la calidad de vida de los pacientes con insuficiencia cardiaca.

Esta enfermedad cardíaca es la primera causa de hospitalización en mayores de 65 años. Además, es una enfermedad grave y crónica. El objetivo de esta aplicación es facilitar y mejorar la relación médico-paciente, permitiendo el acceso a la información para los pacientes en cualquier momento que lo necesiten.

Pero no solo nos quedamos en aplicaciones móviles, hablamos también de Exoesqueletos infantiles.

Los menores con dificultades motoras suelen sufrir enfermedades neurológicas que no solo les impiden caminar, sino que también pueden causar deformaciones, temblores, espasmos… 17 millones de niños en todo el mundo sufren enfermedades de este tipo, y la falta de movimiento termina causando otros problemas de salud que a veces limitan su esperanza de vida.

Elena García Armada, ingeniera industrial, doctora en robótica e investigadora del CSIC, lleva años trabajando para poder conseguir que los niños que no pueden andar puedan hacerlo. En 2013 nacía Atlas, que se convertiría en el primer exoesqueleto infantil del mundo.

También contamos historias personales, como la de Mar, que tras cinco años acumulando síntomas, cambios físicos y visitas a especialistas, pudo poner nombre a lo que le pasaba: Acromegalia. 

Cuando Mar cumplió 50 años, empezó a experimentar en su cuerpo síntomas que nunca antes había sentido: taquicardias, ataques de ansiedad y ronquidos muy fuertes al dormir. 

La Acromegalia es una patología desconocida, con poca visibilidad. Por eso, es importante hablar de ella: para que la sociedad la conozca y piense en ella como una posibilidad. Pero también en la profesión médica. Cuanto antes se consiga diagnosticar, más posibilidad de curación y de tratamiento.

Como hemos podido observar a través de estos testimonios, la investigación, innovación y los avances tecnológicos son una pieza clave para seguir mejorando y facilitando la vida de aquellas personas que sufren patologías como urticaria crónica, esclerosis múltiple o acromegalia.

Si quieres leer más historias que dan razones para la esperanza, puedes leerlas aquí.